El clímax de la enérgica noche, que estuvo abarrotada de un enérgico público, recayó en el hijo mayor de Yandel, Adrián, de cinco años de edad, quien se robó el show cuando subió a la tarima desde el gentío para interpretar junto a su papá un pedazo de “Sexy movimiento”.
Pues, Wisin, su tío, lo alcahueteó al cederle el micrófono a su ahijado Adrián, que sin timidez alguna y con efusividad en su voz tarareó la movida canción.
Eso provocó el agite descontrolado de la multitud, que aprobó la actuación musical del chiquilín, que quizá sea un futuro cantante como su famoso papá.